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Lectura

Para pasar un buen rato leyendo, aqui teneis este libro:

"La Conjura Sixtina"

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SINOPSIS:

Al limpiar los frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, los restauradores descubren que algunas partes están señaladas con letras que no tienen ningún sentido. Historiadores y archiveros del Vaticano tratan de dilucidar el misterio pero todos ellos fracasan en sus investigaciones. El temido cardenal Joseph Jellinek, el único que, aparte del Papa, tiene acceso al archivo secreto del Vaticano, tropieza durante sus pesquisas con un material secreto que presenta a Miguel Ángel como enemigo acérrimo de la Iglesia.
Cuanto más se adentra el cardenal en el secreto, más se ve envuelto en una extraña conjura urdida por hombres que se ocultan en las sombras.
Descubre, al fin, la clave del misterio en la figura de Jeremías, ese profeta al que Miguel Ángel pintó en la bóveda de la Capilla Sixtina, dándole las facciones de su propio rostro.

Felices Vacaciones

     No se a vosotros, pero a mi me a parecido un curso demasiado corto, el cual ha pasado rapidísimo, pero de todas maneras, ya estamos en el verano. Hay!!, el deseado y esperado verano, asi que por aqui no se me va a ver mucho como se me había visto antes, de todas maneras, desearle a toda la gente un feliz verano.

     Ah, y por cierto, felicitar a toda la gente que como YO ha aprobado la PAU.  ¡¡ Feliz Verano!!


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Nota del Administrador Del Blog

     Ha pesar de haber sido un año corto, que ha pasado a la misma velocidad a la que van las alas de un Zun-zun, ha sido duro, pero tambien muy satisfactorio.

     Hablo en general, en todas las materias, pero en especial, Historia, que es el motivo por el cual he creado el Blog. La verdad, y no para quedar bien, ha sido una experiencia muy satisfactoria personalmente, pues a diferencia de muchos compañeros míos, que se han tomado la elaboración de un Blog para la asignatura como un "TRABAJO", para mi ha sido como una autosuperación, la cual he llevado a cabo, teniendo siempre presente la famosa frase del Profesor Luis: "Ánimo, y siempre hacia adelante"

     La asignatura de Historia, ha sido dura; no dificil, pero si un poco dura, sin embargo, no tengo ninguna queja, pues a diferencia de otras asignaturas, en esta se nos ha permitido hacer los examenes por la tarde, cosa que nos ayudaba, pues 45 min. de clase no da para hacer un examen en condiciones.

     La verdad es que escribir no se me da muy bien, por eso quiero acabar, dando las gracias a las personas qua hayan visitado mi Blog, asi como al Profesor de Historia Luis Miguel, que nos ha ayudado a entender mejor, los intrincados recovecos del país en el que vivimos.

.

                       J.A.P.R.


25 Años despues de la Transición

     En esta página, podreis encontrar una presentación fotográfica, de lo que ha pasado, 25 años despues de la Transición Española.


PINCHA EN LA FOTO, PARA VER LA GALERIA


Audios de la Transición

     Aqui, pueden oir unos de los momentos más importantes de la transición, en boca de sus protagonistas.

 



Arias Navarro Anuncia la Defunción de Franco


Fernandez Miranda proclama como Rey a Juan Carlos I


Carrillo habla tras la legalización del PCE

Curiosidad

 

Fragmento, del discurso de Juan Carlos I, como Jefe de Estado, en el cual, alaba la labor que realizó Franco durante la Dictadura, y es el Punto "MAS APLAUDIDO" de todo su discurso.

Juan Carlos I

<b><u>Juan Carlos I</u></b>

       El 20 de Noviembre de hace 30 años Francisco Franco murió en la cama y una semana después, Don Juan Carlos fue proclamado Rey de España. Telecinco inicia una serie de reportajes sobre aquellos vitales acontecimientos y el papel que el monarca desempeñó en el inicio de nuestra democracia. Después vendrán el Rey como Jefe de Estado, el Rey padre, el Rey esposo, el Rey hijo, el Rey deportista o el Rey popular.

     "Hoy comienza una nueva etapa de la historia de España". Éstas fueron las primeras palabras de Don Juan Carlos de Borbón, Rey de España, tras su coronación. Sólo habían pasado dos días de la muerte del dictador Franco y aquí comienza, al ritmo de ‘Libertad, sin ira’ del grupo Jarcha, la transición española.

     El Rey se convierte en el principal artífice de la democratización del país y España se lanza a las urnas. La reforma política, las elecciones municipales y legislativas...en el corto periodo de tres años, por fin, las dos Españas habían llegado a un acuerdo en la Constitución del 78.

     Pero la normalidad total no se alcanza. ETA, su brazo político, revienta un acto del Rey en su primera visita a Euskadi. La gran asignatura pendiente de la democracia era la descentralización territorial que no todos los militares estaban dispuestos a aceptar… El 23 de febrero de 1981 Tejero irrumpe en el Congreso de los Diputados acompañado por los fantasmas de la dictadura.

     El Rey desempeñó un papel fundamental en abortar aquel intento de golpe de Estado y en que España siguiera avanzando en su desarrollo autonómico.

     En 1982 se produce, 43 años después, la vuelta de la izquierda al poder. Las secuelas de la guerra civil han sido superadas.

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                        Fuente: Informativos Telecinco, 15/11/05

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La UCD y el Proceso Democrático

<u><b>La UCD y el Proceso Democrático</u>

Resultados electorales de 1979 

La aprobación de la Constitución fue un importante avance en el proceso de democratización, pero era necesario desarrollarla y aplicar una política que acabara con las instituciones y prácticas autoritarias que pervivían. Por otro lado, UCD empezaba a mostrar signos de agotamiento.

LAS ELECCIONES DE 1979

     Adolfo Suárez convocó elecciones generales para el 1 de marzo de 1979 y elecciones municipales para el 1 de abril. La oposición democrática reclamaba su celebración, ya que los ayuntamientos y diputaciones continuaban en manos de las autoridades franquistas.

     Las elecciones legislativas arrojaron unos resultados similares a los del 15 de junio de 1977. No supusieron el reforzamiento de UCD ni tampoco el triunfo socialista.

     En las elecciones municipales, UCD obtuvo el mayor número de concejales, pero el PSOE consiguió gran presencia en los núcleo urbanos. Un pacto con el PCE y con los nacionalistas hizo que los socialistas gobernaran en la mayoría de las grandes y medianas ciudades.

EL DETERIORO POLÍTICO

     El consejo que había impregnado la vida política en los últimos dos años se estaba diluyendo. La acción política se guiaba cada vez más por la dinámica gobierno-oposición y Adolfo Suárez, sin mayoría absoluta, empezaba a tener problemas para sacar adelante sus propuestas. Además, la convivencia entre las distintas tendencias de la UCD era dificil.

     El mayor triunfo político del ejecutivo en esta etapa fue la aprobación consensuada de los Estatutos de Autonomía de Cataluña y el País Vasco. Fueron negociados con los parlamentarios de los grupos nacionalistas, votados por las Cortes y refrandados en sus respectivos territorios el 25 de octubre de 1979. Pero la desición del gobierno de encauzar el proceso de desarrollo autonómico del resto de las Comunidades -salvo Galicia- por una vía más lenta le acarreó fuertes problemas.

     La política educativa también causó complicaciones. Un proyecto de Ley de Autonomía Universitaria no prosperó y la Ley de Centros Docentes no Universitarios fue recurrida por la oposición -con éxito- ante el Tribunal COnstitucional.

     Las elecciones a los Parlamentos autónomos de Cataluña y País Vasco significaron un revés más para el gobierno de Suárez.

     Estas circunstancias aumentaron las tensiones entre las distintas tendencias políticas integradas en UCD. Tambien crecieron las críticas al presidente Adolfo Suárez, que se encontró cada vez más aislado y carente de la capacidad de reacción que hasta entonces había demostrado.

     En mayo de 1980, el PSOE promovió una moción de censura contra Suárez, que dimitió como presidente del gobierno y renunció a la dirección de UCD el 29 de enero de 1981.

EL MANDATO DE CALVO SOTELO

     Para suceder a Suárez, en la presidencia del gobierno fue designado Leopldo Calvo Sotelo. Cuando se desarrollaba en el Congreso la votación de investidura de este último como presidente del gobierno, se produjo la reacción más grave contra el proceso democrático: el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.

     El teniente coronel Antonio Tejero, junto a un grupo de guardias civiles y algunas unidades militares, irrumpió en el congreso, y el capitan general de Valencia, Milans del Bosh, sacó los tanques a la calle. Era el inicio de un golpe de Estado que tardaría horas en desactivarse. La aparición del rey en televisión, desautorizando a los rebeldes y exigiendo su rendición, fue decisiva al apostar en favor de las libertades. Los responsables del golpe fueron detenidos, juzgados y condenados a prisión.

     La intentona militar puso de relieve la fragilidad del sistema democrático. El monarca convocó al día siguiente a los líderes parlamentarios para reafirmar la lealtad de todos con las instituciones. El 25 era investido Calvo Sotelo como presidente del gobierno y el 27 se celebraban en toda España manifestaciones multitudinarias en defensa de la democracia. Calvo Sotelo inició una política de consenso con el PSOE.

  • El gobierno delimitó al máximo el número de responsables en el golpe de Estado (32 militares y un civil), pero recurrió -con éxito- ante el Tribunal Supremo las bajas sentencias dictadas contra los golpistas por un tribunal militar.
  • El 22 de junio de 1981 se aprobó la Ley de Divorcio y el 30 de junio de 1982, la LOAPA, una ley pactada con el PSOE que pretendía imitar las competencias de las autonomías. Los nacionalistas las recurrieron ante el Tribunal Constitucional y, en parte, fue rectificada.

     En cuanto a la política exterior, el gobierno no obtuvo el apoyo socialista respecto a la entrada de España en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). el 29 de octubre de 1981, con los votos en contra de las fuerzas de la izquierda, el Congreso autorizaba a la tramitación para la adhesión de España a la OTAN.

     Calvo Sotelo disolvió las COrtes y convocó elecciones para el 28 de octubre de 1982. El PSOE logró un triunfo espectacular, y consiguó la mayoría absoluta, poniendo fin a la etapa centrista. Alianza Popular se situó en segundo lugar, pero muy lejos . Los nacionalistas se mantuvieron y el PCE sufrió un gran descalabro.

La Constitución de 1978

<u><b>La Constitución de 1978</b></u>

Comisión encargada de redactar el proyecto de Constitución 

La constitución de 1978 define la forma de Estado y recoge los derechos y libertades de los españoles. Por primera vez en la historia de España, fue fruto del consenso.

     EL PROCESO CONSTITUYENTE

     La elaboración de la Constitución se convirtió en el eje de la vida política nacional hasta su aprobación en diciembre de 1978. Sin embargo, durante este período constituyente se abordaron tambien otros asuntos de indudable relevancia:

  • Se acometió la reforma de la organización territorial del Estado mediante las preautonomías. La catalana, con el regreso del exilio del president Tarradellas, y la vasca fueron las primeras.
  • Los partidos políticos firmaron los Pactos de la Moncloa para afrontar la grave crisis económica que se padecía desde 1974. Se defendía en ellos una política de aduste con ciertas compensaciones a los trabajadores.
  • Se aprobaron medidas de reforma fiscal.
  • Las Cortes acordaron una nueva amnistía.

     Una ponencia de siete miembros del Congreso de los Diputados comenzó a redactar el texto de la Carta Magna. Despues de una dilatada y compleja tramitación, la constitución fue aprobada por las cortes el 31 de octubre de 1978. Obtuvo un respaldo muy amplio. Solo un muy reducido número de parlamentarios de extrema izquierda y de extrema derecha votaron en contra. El PNV se abstuvo. El pueblo español la aprobó también en el referéndum celebrado el 6 de diciembre de ses año, con una participación del 67,1% y el 87,8% de los votos afirmativos.

     La elaboración del texto constitucional respondió, por primera vez en la historia de España, a una negociación entre los más importantes partidos políticos y fue fruto de un gran pacto nacional entre ellos.

     EL CONTENIDO DE LA CONSTITUCIÓN

     La constitución de 1978 proclama su voluntad de establecer una sociedad democrática avanzada, propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el prularismo político y sus principios fundamentales son el Estado sicial y democrático de derecho, la monarquía parlamentaria y el Estado autonómico. Este último principio rompía con el anterior centralismo político.

     El texto constitucional consta de 11 títulos y 169 artículos, incorpora, junto a los derechos políticos más tradicionales un catálogo de derechos sociales que suponen una apuesta por el Estado del bienestar en el marco de una economía social de mercado.

     La constitución recoge la división de poderes:

  • Las Cortes, formadas por el Congreso de los Diputados y el Senado, son el órgano supremo de la soberanía popular y la manifestación del poder legislativo.
  • El gobierno ostenta el poder ejecutivo, dirige las administraciones civil y militar y conduce la política interior y exterior.
  • El poder judicial se configura como protector de las leyes y propulsor de la justicia.

     El rey es el jefe de Estado, pero solo tiene funciones representativas. La Constitución recoge tambien la creación de un Tribunal Constitucional.

La Transición

<u><b>La Transición</b></u>

Campaña Institucional para el referéndum del 15 de Diciembre de 1976 

La transición se inició en noviembre de 1975, con la proclamación de Juan Carlos I como rey, y concluyó -en su dimensión institucional- con la aprobación de la Constitución en diciembre de 1978

     RESTAURACIÓN DE LA MONARQUÍA

      Franco murió el 20 de noviembre de 1975. En ese momento las alternativas que se presentaban eran de las de un más que dificil inmovilismo, la de un reformismo ue fuera progresivamente acercándose a las formas democráticas de los países occidentales o la de una ruptura frontal con todo lo que había significado el franquismo.

     Según lo previsto por la Ley de Suseción, el 22 de noviembre Juan Carlos I asumió a título de rey la jefatura del Estado. Desde el momento de su subida al trono, el monarca mostró su voluntad de instaurar un sistema democrático en España.

     Sin embargo, el cambio político encontró numerosas dificultades. En primer lugar, el rey no pudo elegir el gobierno que deseaba, sino que debió aceptar el último gobierno franquista presidido por Arias Navarro. A pesar de que se incorporaron ministros reformistas como José María Areilza y Manuel Fraga, el gobierno de Arias no supo aplicar las reformas y el rey forzó al presidente a dimitir en julio de 1976

     Entonces el rey designó presidente del gobierno a Adolfo Suárez. El nombramiento levantó mucha desconfianza entre los sectores reformistas y la oposición, que no consideraban a Su´´arez capaz de dar el paso hacia la democracia.

     LA OPOSICIÓN TRAS LA MUERTE DE FRANCO

     La muerte del dictador provocó una gran movilización política y social para reclamar la democratización del país. Se sucedieron las huelgas y los actos de protesta, que fueron duramente reprimidos por las fuerzas de seguridad. La oposición se volvió mucho más activa en la vida pública y se organizó al margen de la legalidad franquista, con el objetivo de conseguir una ruptura política con el régimen e instaurar la democracia.

     EL GOBIERNO REFORMISTA DE ADOLFO SUÁREZ

     El gobierno de Adolfo Suárez evitó la ruptura, pero llevó a cabo una serie de reformas que acabaron con el régimen franquista y abrieron el camino hacia un sistema democrático. El primer paso fue la Ley para la Reforma Política, cuyo redactor principal fue Torcuato Fernández Miranda.

     LEY PARA LA REFORMA POLÍTICA

     El procedimiento para pasar de una dictadura a una democracia había sido objeto de reflexión por parte del rey, cuando era tan solo príncipe, y de Fernández Miranda, su profesor de Derecho Político. Lo que se intentó -y se consiguió- fue ir "de la ley a la ley", tal como defendía el segundo. El propósito era que nadie pudiera sentirse traicionado y que la legalidad fuera modificada desde su interior.

     La Ley para la Reforma Política recogía algunos aspectos fundamentales:

  • Reconocía la soberanía popular
  • Afirmaba la inviolabilidad de los derechos individuales.
  • Creaba unas Cortes Democráticas de caracter bicameral, elegidas por sufragio universal, directo y secreto (excepto hasta un 20% de senadores que el rey quedaba facultado para nombrar). Estas podían modificar las leyes Fundamentales o establecer una nueva legalidad.

     El 18 de noviembre de 1976, las Cortes franquistas aceptaron la reforma. Y el 15 de diciembre el proyecto de Ley para la Reforma Política se convirtió en Ley tras ser ratificada en referéndum por la población española.

     La Reforma implicó, entre otras cuestiones, la legalización de los partidos políticos, incluido el Partido Comunista (PCE), y la convocatoria de elecciones a Cortes constituyentes en junio de 1977

     ELECCIONES A CORTES CONSTITUYENTES

     Las elecciones se celebraron el 15 de junio de 1977. Los resultados configuraron un Parlamento en el que ningún grupo alcanzó la mayoría absoluta.

     Resultó vencedora la Unión de Centro Democrático (UCD), una formación de reciente creación que dirigía Adolfo Suárez; el Partido Socialista (PSOE), liderado por Felipe Gonzáles, se convirtió en el segundo partido con más representaciónparlamentaria y, por tanto, en el primer partido de la oposición. Otros grupos con importante presencia en el Parlamento fueron el Partido Comunista de Santiago Carrillo y Alianza Popular de Manuel Fraga (AP).

     El parlamento aparecía ideológicamente dividido en dos bloques muy equilibrados. El de la derecha superaba ligeramente al de la izquierda.

El Final del Franquismo

<u><b>El Final del Franquismo</b></u>

El Príncipe Juan, delante de los restos del General Francisco Franco

     Franco volvió a reafirmarse en sus posturas inalterables. Esto se puso de manifiesto en la elección del nuevo jefe de gobierno, cargo que recayó en Arias Navarro. De nuevo, había optado por una solución de autoritarismo y continuismo, defraudando cualquier esperanza de apertura.

     Dos problemas tuvo que afrontar inmediatamente Arias: el orden público y la crisis económica, que se había abatido sobre el mundo capitalista a partir de 1973. A ello se añadía la sucesión de Franco, que se veía próxima, y la posible reforma del Régimen. En este último aspecto, el jefe del gobierno osciló, durante los dos años que gobernó, entre avances hacia el aperturismo y retrocesos al autoritarismo, con lo que consiguió no satisfacer a nadie.

     Las primeras actuaciones del nuevo gobierno fueron una sorpresa. Cuando, despues de la muerte de Carrero, se esperaba una política de dureza, se anunció la promesa de la liberalización en un plazo breve de tiempo; fue entonces lo que denominó "el espiritu del 12 de febrero", fecha del anuncio de esta novedad. Este echo fue muy bien recibido por la opinión públicay la prensa, mucho más libre gracias al nuevo ministro de Información, Pío Cabanillas. La información ganó en veracidad y dejó de ser mero eco de las opiniones gubernamentales; opiniones de la oposición democrática clandestina comenzaron a aparecer en periódicos y revistas. Estos signos se acompañaron de una cierta tolerancia cultural: la férrea censura fue debilitándose. La oposición, exceptuandoel Partido Comunista, fue tolerada, aunque no legalizada.

     Pero estos hechos alentadores se vieron desmentidos por otros dos de signo contrario. En febrero de 1974 estalló el denominado "caso Añoveros". Monseñor Añoveros, obispo de Bilbao, había publicado una pastoral en defensa del uso del vasco, por lo que fue arrestado por la policía en su domicilio. El Episcopado español y el Vaticano apoyaron al prelado vasco e incluso se rumoreó que el Papa, Pablo VI, preparó la excomunión de Franco si Añoveros era expulsado de España, posibilidad que estudió el gobierno. Este tuvo que rectificar poniéndolo en libertad, despues de haber empeorado las deterioradas relaciones con la Iglesia. Al mes siguiente otro suceso se sumó al despretigio de Arias: la ejecución del anarquista Salvador Puig Antich. La reacción, en toda Europa, fue repulsada por la no conmutación de la pena de muerte.

     Las esperanzas depositasas en el nuevo gobierno se desmoronaron con estos dos acontesimientos. La situación se complicó durante el verano de 1974 a causa del agravamiento de la salud de Franco. Una tromboflebitis puso en peligro la vida del Caudillo. Ante ello, se promulgó el decreto por el que el príncipe Juan Carlos asumía las funciones de jefe de Estado. Sin embargo, quedaba la incertidumbre de si esta cesión sería permanente o temporal. Recuperado a las pocas semanas, Franco reasumió sus poderes en medio de la sorpresa general.

     La incertidumbre del gobierno era clara, a la vista de un desenlace que no podía tardar. El Régimen se desintegraba, la oposición democrática actuaba cada vez más abiertamente. El cese del ministro Cabanillas por presiones de la ultraderecha, debido a su tolerancia con la prensa, fue contestado con las dimisiones solidarioas de un ministro y varios altos cargos de la administración, hecho insólito en la historia del franquismo. La crisis económica había aparecido ya claramente con el consiguiente aumento del malestar laboral. El terrorismo alcanzó la mayor virulencia de la historia del Régimen.

     Don Juan de Borbón hizo unas declaraciones contrarias a Franco, por lo que se le prohibio la entrada en España. Y en julio de 1975 nueve militares fueron detenidos por pertenecer a la Unión Militar Democrática (UMD), asociación de oficiales partidarios de la democracia.

     En agosto de 1975 se promulgó una nueva ley antiterrorista que ampliaba la posible aplicación de la pena de muerte. Al mes ya se habían dictado once penas de muerte en varios consejos de guerra. El Franquismo se volvía a enfrentar con la misma situación que en el Proceso de Burgos de 1970. Si aplicaba las sentencias se ganaría la repulsa interna y externa. Pero en esta ocasión creyó conveniente realizar un castigo ejemplar: cinco de los condenados (dos de ETA y tres del FRAP) fueron fusilados el 27 de septiembre, a pesar de las peticiones de clemencia del Papa, los obispos españoles y varios gobiernos extranjeros. Las manifestaciones se multiplicaron en todo el mundo, y el boicot contra España se extendió a todo tipo de actividades: económicas, culturales, etc.

     En octubre, el dictador volvió a recaer en su enfermedad y después de una larga agonía falleció el 20 de noviembre de 1975. Su testamento político fue su último escrito. Refleja de nuevo sus ideales: catolicismo, patriotismo a la manera como él lo entendía, autoritarismo, falta de comprensión ante las ideas de democracia y libertad, e identificación plena entre España y él. Con él acabó la dictadura más larga de la historia contemporánea de España.

La División Interna del Régimen

<u><b>La División Interna del Régimen</b></u>

Atentado a Carrero Blanco 

     Mientras tanto, algunos intentos de apertura moderada del Régimen hacia formas de mayor libertad política, chocaron con la intransigencia del sector más conservador. Antiguos colaboradores del franquismo lo abandonaron ante la falta de futuro de un sistema incapaz de evolucionar al mismo ritmo que la sociedad.

      En los primeros años de la década de los setenta, el gobierno actuó ferreamente: las condenas por los delitos de orden público aumentaron; la prensa vio cercanas sus tímidad críticas con multas y cierres. Pero los mismos ministros estaban divididos. Unos, encabezados por Carrero Blanco, criticaban cualquier tipo de aperturismo; otros, entre ellos el responsable de órden público, el general Garicano Goñi, se manifestaban partidarios de la liberalización consistente en aceptar lo que entonces se denominaron "asociaciones políticas", especie de partidos políticos restringidos.

     En las Cortes, los procuradores "ultras" lanzaron agrias críticas contra los países socialistas de Europa oriental, o el proyecto de Ley de objeción de conciencia. Los partidos del Régimen se lanzaron a la calle, desde 1971, con manifestaciones de adhesión al Caudillo y a la policia, asaltos a ciertas librerías, etc.

     En medio de esta división de sus partidos, Franco siguió apoyando las posturas de mayor cerrazón. En 1972 volvió a insistir en las esencias del Régimen: rechazo de los partidos políticos, reino católico y afirmación de que toda acción política debía realizarse dentro del Movimiento Nacional. Estas posturas se reforzaron con el gobierno de junio de 1973 Carrero Blanco fue asesinado en Madrid por un comando de ETA. El golpe, espectacular en sí mismo, por cuanto significaba de eliminación de la segunda figura del Régimen, fue mucho más importante por sus repercusiones posteriores. Desaparecía el personaje clave de la continuidad del franquismo.

     El entierro fue una manifestación de la ultraderecha, que pedía la ocupación del poder por el ejército, lo que no dejaba de ser un contrasentido, teniendo en cuenta la profesión de Franco y de Carrero y la abundancia de militares en altos cargos. La sensación general era que el franquismo estaba acabado, cuando tan sólo podía apoyarse ya en un anciano de 80 años.

     La situación era insostenible y contradictoria. El Régimen se declaraba oficialmente católico, pero era condenado por la Iglesia, y sus partidarios pedían a gritos la ejecución de obispos; las huelgas continuaban prohibidas, lo que no impedía que se multiplicaran; los partidos políticos y el liberalismo eran denostados, pero el Régimen buscaba salidas seudodemocráticas para salvar su imagen.

La lenta Agonía del Franquismo
(1969-1975)

     La principal preocupación del Régimen en sus últimos años fue preparar el camino hacia la continuidad después de la muerte del Caudillo. Pero en ello tropezó con la acción de la oposición democrática, cada vez más poderosa.fue un quinquenio de constantes movilizaciones a favor de la democracia. Ante ellas, el Régimen sólo supo adoptar una postura de dureza. Las huelgas obreras se multiplicaron. La Iglesia manifestó con claridad su distanciamiento progresivo: en 1971 la Asamblea Conjunta de Obispos y Sacerdotes aprobó una resolución por la que la Iglesia solicitaba el perdón por no haber sido un elemento de reconciliación en la Guerra Civil; en 1973, los obispos solicitaron la revisión del Concordato de 1953. Uno de los pilares del Régimen, se distanciaba ostensiblemente.

     La actividad de ETA en el País Vasco se recrudeció, al tiempo que se formó el FRAP (Frente Popular Antifascista y Patriótico), partidario igualmente de la acción armada contra la dictadura. En diciembre de 1970 se celebró en Burgos un consejo de guerra contra diversos miembros de ETA, para los que se solicitaba, entre otras, seis penas de muerte. El gobierno quiso así dar muestra de firmeza. Pero los resultados fueron especialmente negativos para él. La Asamblea Plenaria del Episcopado pidió clemencia. El País Vasco conoció una movilización general: huelgas, manifestaciones, asambleas, etc.

     Las acciones de protesta se extendieron a toda España. La respuesta del Régimen fue la declaración del estado de excepción y la organización de otra gran manifestación de apoyo a Franco. El Proceso de Burgos concluyó con la promulgación de seis penas de muerte, que fueron conmutadas.

Artículo de Periódico

 

ESPAÑA

POR UNANIMIDAD
El Consejo de Europa condena las violaciones en derechos humanos del franquismo
Pide que el 18 de julio de 2006 sea el "día oficial de condena de la dictadura"
 
 
 

 

El Comité de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) ha aprobado por unanimidad en París una propuesta de condena internacional de las "graves y múltiples violaciones de Derechos Humanos cometidas en España por el régimen franquista, entre 1939 y 1975".
El texto, elaborado por el socialista maltés Leo Brincat, pide al Comité de Ministros de esta misma institución que ratifique el texto y asuma la condena "a nivel internacional". También propone que se decrete el 18 de julio de 2006 como "día oficial de condena de la dictadura franquista". No existe fecha definida para que el Comité de Ministros vote la proposición, aunque podría tener lugar "antes de la sesión plenaria de junio".
La recomendación adoptada anima a las autoridades locales "a erigir monumentos en memoria de las víctimas del régimen franquista en la capital española y en otras grandes ciudades del país" y señala que "las iniciativas destinadas a retirar los símbolos de la dictadura de los lugares públicos (...) han sido coronadas con éxito".
El Comité propone al Gobierno español que ponga en marcha "una comisión nacional de investigación sobre las violaciones de Derechos Humanos cometidas bajo el régimen franquista" para conseguir establecer "la verdad sobre la represión". Brincat insta al Ejecutivo a presentar el informe, con posterioridad, al Consejo de Europa.
Exposición permanente en el Valle de los Caídos
Asimismo, el texto recomienda que se instale "una exposición permanente en la basílica subterránea del Valle de los Caídos, en la provincia de Madrid -donde el general Franco está enterrado-", y que explique "que fue construida por prisioneros republicanos".
La propuesta afirma que el debate público sobre los crímenes del franquismo comenzó en los años ochenta, pero "se ha intensificado de hecho con la administración actual" en un intento por "establecer un inventario completo sobre los crímenes de la dictadura de Franco".
El extenso informe adjunto elaborado por Brincat, que sirvió de base a la recomendación aprobada unánimemente por el Comité, denuncia que Franco llevó a cabo "una política de represión contra cualquier individuo suceptible, según él, de constituir una amenaza para el nuevo régimen". Como consecuencia de ello, "miles de republicanos fueron ejecutados sumariamente o enviados a prisiones, y otros muchos fueron sometidos a diversas formas de sanciones políticas o económicas".
"Franco no sólo ejerció represalias muy duras contra sus oponentes, sino que también creó un sistema político que negaba a la mayoría de los españoles el ejercicio de las libertades y derechos individuales", añade.
El informe reconoce que el número total de víctimas sigue siendo controvertido. "En los inicios de la guerra, más de 50.000 personas se encontraron en el ’lado malo’ de la línea de frente y fueron asesinados o ejecutados sumariamente", señala. "Las cifras son probablemente comparables en las dos líneas de frente", añade. "Inmediatamente después del final de los combates militares, el régimen franquista impuso la ley marcial en toda España", mediante un "sistema de justicia militar expeditiva para juzgar a sus ’oponentes’, término que abarcaba a cualquier persona que hubiera servido voluntariametne en el Ejército republicano o que hubiera expresado su apoyo a la República".
"Campos de concentración "
El texto afirma que en los años cuarenta, los presos políticos fueron "extremadamente numerosos en España" y asegura que las propias cifras oficiales del régimen ("que los historiadores consideran por lo general infravaloradas") hablan de 300.000 presos para una población de 25,9 millones de habitantes. En 1940, "la tasa de encarcelamiento en España era casi tan elevada como la de la Alemania nazi", asegura el informe.
El informe habla también sobre los "campos de concentración y batallones de trabajo forzado", en los que "miles de personas, incluidos mujeres y niños, fueron ’reeducados’", y cita un informe de 1953 de la Comisión Internacional contra el Régimen de Concentración en el que, tras una visita a España, denuncia "malos tratos físicos y psicológicos" contra los presos.

La Oposición se Organiza

<u><b>La Oposición se Organiza</b></u>

     El desarrollo propició el bienestar de la matoría de la sociedad en los últimos años del franquismo. Pero al mismo tiempo surgió una conflictividad múltiple. La universidad española vivió en permanente protesta desde 1964, denunciando la carencia de legitimidad democrática del franquismo, a la que éste respondió con la represión policial y judicial. Las huelgas obreras, prohibidas y duramente reprimidas, se hicieron cotidianas. Por último, el nacionalismo, especialmente perseguido duante toda la dictadura, emergió de nuevo, en especial en el País Vasco. En 1959 se creó ETA, cuya acción terrorista se multiplicó rápidamente. Sectores importantes de la Iglesia Católica manifestaron su disconformidad con la falta de libertades. La relevancia de la oposición democrática se puso de manifiesto en la reunión que tuvo lugar en Munich (República Federal Alemana) en 1962 entre personalidades de la oposición del interior y del exilio. Demócratas-cristianos, socialistas, nacionalistas, republicanos y monárquicos liberales, condenaron el franquismo. Este reaccionó violentamente montando una campaña de despretigio y de injurias contra los participantes desde la prensa, monopolizada por el égimen, y recurrió a las tradicionales manifestaciones de apoyo a Franco.     Todos estos conflictos ponían de manifiesto el fracaso del Régimen. Algunos sectores de la sociedad española reclamaban un cambio hacia formas más libres y democráticas.

     El Régimen, incapaz de aceptar este echo, respondió con la represión: creación de tribunales especiales para delitos políticos (el Tribunal de Orden P´blico), duras condenas, numerosos cierres de las universidades, y la declaración de estados de excepción. El progreso no se acompañaba de la liberalización política.

     A pesar de los años transcurridos, el sistema político del franquismo continuaba incompleto. Con esta finalidad se aprobó en 1966 la Ley Orgánica del Estado. Esta ley calificaba al régimen político español como una democracia orgánica, en la que la representación popular no la ejercian los individuos sino los "órganos" (familia, municipio y sindicato). Realmente era una parodia de democracia, a pesar de que se incorporaron a las Cortes un centenar de representantes de la familia con carácter electivo, pero con enormes dificultades para discrepar. Además, cualquier ley que aprobaran las cortes no podía contravenir los Principios del Movimiento Nacional. La Ley Orgánica del Estado identificaba por completo éste con el partido único (el Movimiento Nacional).

     Quedaba pendiente un tema de singular importancia: La suceción de Franco, que se acercaba ya a los 70 años. Había que decidir quién sería el Rey que asumiera la nueva monarquía, heredera del franquismo y sus principios. Franco había descartado a Don Juan de Borbón por su postura democrática, lo que le hizo inclinarse, a partir de 1960, hacia el príncipe Juan Carlos, hijo de Don Juan. La designación tuvo que esperar hasta 1969, cuando el General tenía 76 años. Este echo marca el inicio de la etapa final y del declive de la dictadura. Los franquistas se dividieron entre los defensores del inmovilismo a ultranza, los "ultras", y los que preconizaban tímidas transformaciones para adecuar el Régimen a las nuevas realidades. En este enfrentamiento acabó imponiéndose el sector más conservador. Franco defendió hasta el final la idea de que lo esencial del Régimen debía permanecer inalterable incluso despues de su muerte.

     En 1969 se intridujo una novedad importante en el funcionamiento del sistema: Franco delegó la jefatura del gobierno, lo que significaba el inicio de la cesión de poderes o la constatación de su acelerado envejecimiento. La elección de las personas que ocuparon este puesto no dejó lugar a dudas sobre sus inclinaciones continuitistas. El almirante Carrero Blanco, un hombre duro y de fidelidad probada desde 1940, fue nombrado vicepresidente del gobierno en 1969, y presidente en 1973.

     Un hecho, ocurrido tambien en 1969, contribuyó al deterioro del Régimen. Diversas personalidades vinculadas al Opu Dei se vieron implicadas en un escándalo financiero, a resultas del cual fueron detenidas y procesadas. Fue el denominado "Caso Matesa". Dos ministros, miembros del Opus Dei, estaban gravemente implicado. Era un caso evidente de corrución. Franco reaccionó ignorando el tema. Pero éste hizo correr ríos de tinta en la prensa, sobre todo en la oficial del Movimiento, ya que una parte del gobierno vio la ocasión para despretigiar al Opus Dei. La solución del dictador fue salomónica: los ministros implicados en el escándalo y los que lo habían propagado dejaron el gobierno.

El Desarrollismo

Saldos migratorios en España (1961-70)      Producto Nacional Bruto

Madrid

 +686.544

Barcelona
 +650.568

Badajoz

 -233.984
Jaén

 -184.175
Córdoba

 -178.179
Valencia
 +172.439

Granada

 -157.015
Vizcaya
 +148.768

Cáceres

 -144.181
C. Real

 -142.026
Alicante
 +105.630

Sevilla

 -101.095
Guipúzcoa
 +64.885

Álava
 +42.537

                                  1935         100
                                  1940        79,6
                                  1945        70,6
                                  1950        85,3
                                  1955        111,0
                                  1960        132,8
                                  1965        198,1
                                  1970        253,6
                             Producto Industrial
                                1935        100
                                1940        101
                                1945        95,4
                                1950        118,3
                                1955        171,8
                                1960        264,6 

                                1965        396,9    

                                1970        549,3
 

      

 

 

(Continua de lo anterior)

     Pero lo más importante fue que gran parte de la población accedió a cotas notables de bienestar. La modernización de la economía supuso un cambio que modificó en pocos años la realidad social española. Las transformaciones en la agricultura produjeron la drástica reducción de la mano de obra del sector primario, y posibilitaron la mejora del nivel de vida de la población campesina; no obstante, las diferencias con la población urbana se mantuvieron. La expansión industrial condujo a un aumento importante de la clase obrera, y al incremento de los obreros cualificados, propios de una industria más moderna. Por último, las clases medias urbanas (personal técnico, administrativo, comercial, funcionarios, etc.) creciron en estos años.

     El aumento de la renta, supuso la mejora del nivel de vida de una parte importante de los españoles. Este echo supuso la incorporación de un amplio sector de la población a la sociedad de consumo, puesta de manifiesto en la adquisición de bienes que, hasta el momento, sólo estaban al alcance de una minoría: frigorífico, lavadora, televisor, automóvil, etc.

     El país fue cambiando aceleradamente de la mano del desarrollo económico; las formas de vida y las costumbres se fueron asemejando a las europeas, tanto por el mayor poder adquisitivo de la población, como por el contacto con el exterior a través del turismo y de la emigración. La tolerancia y la permisividad moral, la evolución de los planteamientos religiosos tradicionales, se impusieron al conservadurismo oficial, al que desagradaban profundamente los cambios en el comportamiento de los españoles.

     El desarrollismo se comvirtió en la nueva retórica del franquismo. El Crecimiento económico y el bienestar fueron las nuevas bazas de la propaganda oficial, que pretendía legitimar al Régimen. Pero esta política económica y el desarrollo tuvieron notable lagunas: la inflación se hizo endémica; la evolución económica era irregular, con periodos de estancamiento; la agricultura perdió rápidamente importancia; el desarrollo fue muy desigual y concentrado en determinadas zonas; el crecimiento de las ciudades salió vencedora, con unos barrios periféricos hacinados y faltos de infraestructura y servicios, y unas condiciones de habitabilidad muy deficientes; el desarrollismo no tuvo ningún interés en la ecología, permitiendo desastres irreparables en la costa, con las masas de edificaciones, o en el campo, con la construcción indiscriminada de industrias o viviendas.

El desarrollo Económico

         Benidorm en la actualidad. Notese, como ha ido cambiando desde el Boom turístico de los años 70

 

       El éxito del Plan de Estabilización fue enorme. A partir del mismo, España conoció una radical transformación económica y social. se produjo un rápido proceso de industrialización. Pero estos cambios no fueron acompañados de las correspondientes innovaciones políticas.

     Este proceso de industrialización fue paralelo al que se estaba dando en toda Europa occidental, de donde procedían las grandes inversiones de capitales, asi como la tecnología, que permitieron el despegue industrial.

     Los resultados más palpables del desarrollo económico se produjeron en la industria, que creció con rapidez (aproximadamente, el 10 por ciento anual). Las inversiones extranjeras, que buscaban un mercado nuevo al tiempo que se beneficiaban de los bajos salarios, y la escasa conflictividad laboral fueron importantes. Ello dio lugar a una demanda creciente de mano de obra, que originó un gigantesco éxodo rural, despoblando la España rural en beneficio de la urbana.

     La agricultura, sector especialmente atrasado, sufrió de forma contradictoria los efectos del progreso industrial. Por un lado, la emigración privó de la abundante mano de obra, lo que encareció los salarios; jornaleros y pequelos propietarios abandonaron en masa el campo, camino de las ciudades o del extranjero. Por otro lado, e a remolque de los otros sectores, la agricultura tambien se modernizó: la mecanización, las mejoras tecnológicas (insecticidas, especialización en las cosechas, abonos químicos, etc.) permitieron el crecimiento de la producción.

     La organización de la economía fue llevada a cabo por el grupo de ministros tecnócratas del Opus Dei, que elaboraron un programa planificado para coordinar el desarrollo: fueron los llamados Planes Cuatrienales de Desarrollo.

     El primer Plan de Desarrollo Económico y Social, duró desde 1964 a 1967, y fue seguido de dos más, que se aplicaron hasta 1975. Los planes hicieron hincapié, fundamentalmente, en el sector industrial, que se consideraba básico para el crecimiento económico. Para ello se intentó mejorar la estructura de las empresas, incrementando sus dimensiones y producciones, e incidir  en la localización industrial, tratando así de disminuir los desequilibrios regionales. Se crearon los llamados Polos del Desarrollo, situados en zonas atrasadas, favoreciendo la instalación de nuevas industrias, atraídas por las facilidades económicas otorgadas por el Gobierno.

     La dinamización económica se debió, más que a la planificación gubernamental, a la muy favorable coyuntura económica internacional. Esta permitió a los empresarios cosechar grandes beneficios y una ampliación constante de sus industrias.

     Este periodo fue de excepcional crecimiento económico. España, que en 1960 era, junto con Portugal, el país más pobre de Europa, dejo de ser un país subdesarrollado a finales de esta década. Los signos de este cambio eran evidentes. La población activa agraria, que en el censo de 1960 todavía era del 42 por 100, descendió rápidamente, y en 1970 era del 25 por 100. Tal disminución se debió a que centenares de miles de campesinos abandonaron su trabajo en el campo, trasladándose a la industria, la construcción y los servicios, en las aras urbanas. Otro grupo numeroso se vio obligado a emigrar a los países de Europa occidental, que atravesaban por una época de gran expansión económica y necesitaban abundante mano de obra. Aproximadamente un millón de españoles se asentó en estos países (Francia, República Federal Alemana, Suiza, Bélgica...). De esta manera se pudo solucionar el excedente de mano de obra. Por otra parte, las divisas que los emigrantes enviaban ayudaron considerablemente a compensar el déficit comercial exterior.

     Otra importante fuente de ingreso de divisas fue el fuerte impulso que experimentó el turismo extranjero. Determinadas zonas de la Costa se combirtieron en lugar barato de veraneo para alemanes, franceses e ingleses. Esta actividad sepuso una expansión importante de las industrias complementarias (construcción y servicios) y, junto con las divisas procedentes de los emigrantes, la posibilidad de equilibrar la balanza comercial española. De todas formas, la expansión de la llamada industria turística se realizó, en muchos casos, con iniciativas especuladoras que no tuvieron en cuenta la preservación de los bellos espacios naturales y la calidad de las instalaciones.

     Otro aspecto que ilustra el proceso de cambios ocurridos fue el rápido crecimiento urbano y la concentración de la población en las zonas industriales. Así, los habitantes de las grandes ciudades pasaron del 28 al 50 por 100 de la población española.

Documento sobre la Censura

   -  He aquí algunas escenas de película censuradas:

"Un día en Nueva York". Norteamericana, 1951.

Rollo 3º El beso en el museo que queda en el intento.

Rollo 10º Algunos planos de baile de las dos chicas, una de las cuales enseña excesivamente el muslo.

"La túnica Sagrada". Norteamericana, 1954

Rollo 4º Sustituir la frase:"El discipulo que se sentaba a su izquierda", por "El discipulo que se sentaba a su mesa"

Rollo 12º y 13º Aligerar notablemente el beso entre Marcelo y Diana en las catacumbas.

"Muerte de un ciclista". Española, 1955

Rollos 6º y 7º No deben aparecer los guardias de la fuerza pública en la protesta estudiantil.

(De Teodoro Gonzales Ballesteros: "Aspectos jurídicos de la censura cinematográfica en España", Universidad Complutense de Madrid, 1981).

Documento

     Consciente de mi responsabilidad ante Dios y ante la Historia, en presencia de las Cortes del Reino, promulgo como principios del Movimiento Nacional, entendido como comunión de los españoles en los ideales que dieron vida a la Cruzada, los siguientes:

I

España es una unidad de destino en lo universal. El servicio a la unidad, grandeza y libertad de la patria es deber sagrado y tarea colectiva de todos los españoles.

II

La nación española considera como timbre de honor el acatamiento a la Ley de Dios, según la doctrina de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, única verdadera y fe inseparable de la conciencia nacional, que inspirará su legislación.

VII

Su forma política es, dentro de los principios inmutables del Movimiento Nacional y de cuanto determinan la Ley de Sucesión y demás Leyes Fundamentales, la Monarquía tradicional, social y representativa.

VIII

La participación del pueblo en las tareas legislativas y en las demás funciones de interés general se llevará a cabo a través de la familia, el municipio, el sindicato y demás entidades con representación orgánica que a este fin reconozcan las leyes.

(Ley de Principios del Movimiento Nacional, 1958)

Los Primeros Pasos de la Oposición

<u><b>Los Primeros Pasos de la Oposición</b></u>

     Lo más destacado en la política interior fue el surgimiento de una nueva oposición. Eliminada ésta de forma radical en 1939, durante los años 40 se había manifestado en las acciones aisladas que "el maquis" (guerrillas comunistas, anarquistas y socialistas) llevó en algunas zonas montañosas del país. El Maquis duró hasta 1950, aproximadamente, según las zonas. A medida que se evidenciaba la consolidación del franquismo, la desesperanza cundió en sus filas y sus miembros fueron abatidos o huyeron al extranjero. Sólo el Partido Comunista inició una penosa reorganización en el interior. Mientras, las direcciones de los restantes partidos y sindicatos antifranquistas se veían obligados a operar desde el extranjero. Las acciones y la influencia de estos grupos eran muy limitadas, por el riesgo que corrían sus militantes. Así y todo, se produjeron las primeras acciones desde la guerra: la huelga de tranvias de Barcelona en 1951, las primeras huelgas en Asturias, etc. De todas ellas, la acción más significativa fue la protesta en la Universidad de Madrid de 1956. La reacción fue dura: Cierre de la Universidad, detenciones, estado de excepción en todo el país, que permitía a la policía cualquier tipo de medidas especiales. Pero la consecuencia más importante de estos hechos fue la aparición de una nueva oposición al franquismo desde el interior del país, diferente de la heredada de la Guerra Civil, que desde el exilio, se alejaba, cada vez más, de la realidad española.

     En el gobierno nombrado en 1957 hubo dos figuras que serían fundamentales en los años siguientes: el Almirante Carrero Blanco -íntimo colaborador de Franco desde 1940- y el miembro del Opus Dei, Laureano López Rodó. Falange perdía asi fuerza en el gobierno y en las instituciones. Ambos personajes presentaron a Franco el proyecto político del Régimen de cara al futuro: La monarquía tradicional y la sucesiónen la persona del príncipe Juan Carlos. Franco tardaría aún doce años en aplicar este plan. Lo que si hizo rapidamente fue promulgar la Ley de Principios del Movimiento Nacional, el 17 de mayo de 1958, que volvía a definirel Régimen como una monarquíacatólica, fiel a los principios vencedores en la Guerra Civil y contrario a la democracia de tipo occidental: con ello pretendía resumir las normas y valores inmutable, síntesis de los principios del franquismo. No obstante, eraevidente la pérdida de fuerza e importancia de los principios falangistas.

     Este nuevo gobierno tenía como misión reorientar la economía española. De ello se encargaron los ministerios técnicos (ocupados por los llamados "tecnócratas", miembros de la asociación católica del Opus Dei), a través del citado Plan de Estabilización de 1959, que iniciaba la época de crecimiento económico de los años sesenta. El Plan de Estabilización debía iniciar la nueva política económica. Pretendía basicamente sanear, liberalizar y racionalizar la economía española.

 

 

 

     La primera medida importante fue devaluar la peseta de 42 a 60 pesetas por dólar; se recibieron créditos de otros países; disminuyeron las trabas al comercio exterior, así como a las inversiones procedentes del extrenjero. Los efectos fueron inmediatos, el capital exterior acudió a España, la balanza de pagos fue favorable, la inflación se redujo y el turismo inició su llegada masiva. Pero tuvo su lado negativo: la actividad económica se redujo, así como el consumo y la inversión, lo que provocó un aumento del paro; los salarios quedaron congelados durante cuatro años y comenzó la emigración a Europa.